Un radical libre técnicamente no es más que una molécula de oxígeno a la cuál le falta un electrón. Pero irónica o paradójicamente -y estas son las cosas que los medios de comunicación jamás dicen- es que necesitamos de radicales libres para seguir viviendo.
Todos necesitamos radicales libres, de hecho, el organismo los necesita para su sistema de defensa. El problema está en que vagabundeen mucho tiempo o bien que el cuerpo los produzca en cantidades excesivas, como es común. Los radicales libres constituyen una de las armas más poderosas en el sistema inmune, ya que ayudan a combatir las invasiones de bacterias patógenas. Sin embargo, el exceso en la cantidad de estas moléculas provoca oxidación celular excesiva. Las células se afectan en su estructura interna y en su membrana y se convierten en células enfermas y débiles. Así para el mantenimiento de una buena salud, la acción de los radicales libres es esencial, pero debemos evitar el exceso de éstos.
NOTA:
Los causantes del exceso de radicales libres en nuestro organismo son:
- La exposición a radiaciones y contaminación.
- El estrés cotidiano.
- La confusión emocional.
- Las frustraciones.
- Las preocupaciones.
- La actividad física excesiva.
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